martes, 29 de diciembre de 2009

NUEVO FIGURANTE CEPPA EXCELENTE EN CCAM99


Alejandro Menchero se ha presentado a examen para Figurante CEPPA, sometiéndose al juicio del Figurante Instructor Javier Flamini, preseleccionado como Figurante del próximo Campeonato Mundial de la WUSV que se celebrará en 2010 en Sevilla, y ha obtenido la calificación de MUY BUENO como Figurante de Campo y EXCELENTE como Figurante de Pruebas. ¡Enhorabuena, Alex!. Te deseamos un futuro cargado de éxitos deportivos en el campo del SchH y del RCI.

Se puede ver el curriculum de Alejandro en www.ccam99.com

CAMPEON NACIONAL DE TRABAJO 2009 DEL CLUB ROTTWAILER

David Carballo y Quito de Breogán, pertenecientes al Grupo CCAM99, han ganado el Campeonato de España de Trabajo 2009 del Club del Rottwailer. ¡Enhorabuena a ambos!

lunes, 7 de diciembre de 2009

RESULTADOS PRUEBA CEPPA CCAM99 06-12-09







NOMBRE DEL PERRO
GUIA/PROPIETARIO
GRADO
APTO/NO APTO
A
B
C
TOTAL
ALF DE CESARAUGUSTA
JOSE IGNACIO RUBIO HORTELLS
3
--
94
84
88
266
ELIOT VON DER SCHIFLACHE
ADOLFO PEREZ ANGULO
1
--
96
82
96
274
ADA I DE PARAYAS
ANTONIO GARCIA BOTELLO
1
--
99
90
90
279
ZANDA Z JIRKOVA
MIGUEL DEL VALLE ALONSO
1
--
15
90
91
196
GISEL VON WALDKEFERHUTTE
RACHID MOUSTOUSS
TU
APTO
--
--
--
--
LAN VOM HAUS LOHRE
RACHID MOUSTOUSS
BH
APTO
--
--
--
--
LAN VOM HAUS LOHRE
RACHID MOUSTOUSS
TU
APTO
--
--
--
--
LUTTER VOM HAUS LOHRE
RUBEN MENDEZ FERNANDEZ
BH
APTO
--
--
--
--
LUTTER VOM HAUS LOHRE
RUBEN MENDEZ FERNANDEZ
TU
APTO
--
--
--
--
BARRY I DE PARAYAS
MARIA ISABEL DOMINGUEZ DOLSET
BH
APTO
--
--
--
--
BARRY I DE PARAYAS
MARIA ISABEL DOMINUEZ DOLSET
TU
APTO
--
--
--
--
ARCO I DE PARAYAS
ALEJANDRO MENCHERO PEÑALVER
BH
APTO
--
--
--
--
ARCO I DE PARAYAS
ALEJANDRO MENCHERO PEÑALVER
TU
APTO
--
--
--
--
RON DE POZALMURO
PEDRO ANTONIO GARCIA
BH
APTO
--
--
--
--
RON DE POZALMURO
PEDRO ANTONIO GARCIA
TU
APTO
--
--
--
--
CURUXA DE PUNTA DO LIMO
DANIELA HIRAM FARIAS CARDENAS
TU
APTO
--
--
--
--

lunes, 9 de noviembre de 2009

GRUPO DEPORTIVO DE SchH y RCI


Los miércoles por la tarde y los sábados por la mañana el Grupo de Trabajo CCAM99 entrena las modalidades de Rastreo, Obediencia y Protección bajo los Reglamentos de SchH y RCI. En el momento actual se encuentran trabajando con nosotros más de 20 ejemplares y es de destacar la alta calidad de la mayoría de ellos. Sin duda, este deporte se encuentra en auge en España. El hecho de que en los Campeonatos Mundiales hayamos ocupado los puestos de honor en los últimos años, tanto indovidualmente como por equipos, ha contribuido notablemente. Al primer puesto en la WUSV del año pasado, alcanzado por Pedro Luis Gutiérrez, ha seguido un 2º lugar por equipos en la edición de 2009 celebrada en Alemania hace escasamente una semana.
Hoy en día disponemos de buenos ejemplares y realizamos un trabajo de alto nivel. Confiamos en que no sea sino el principio de una trayectoria ascendente de manera imparable. Esperemos que el Mundial próximo de la WUSV, Sevilla 2010, conforme el marco idóneo para continuar cosechando éxitos.
(Ver información al respecto en http://www.realceppa,es/ )

CURSOS DE ADIESTRAMIENTO


Los miércoles a las 17,30h y los sábados a la 10,30horas se imparten Cursos de Obediencia Básica en Brunete. Constan de 13 clases y el guía aprende cómo enseñar a su perro las normas básicas para la convivencia diaria.
El objetivo es preparar una BH, que incluye la realización de los ejercicios de seguimiento al lado con y sin correa, sentado sobre la marcha, tumbado con llamada y tumbado con distracción, así como indiferencia al tráfico ciudadano.
Se puede obtener más información y realizar la matrícula en http://www.ccam99.com/

CENTRO CANINO CCAM99

Tanto si desea participar en el adiestramiento de su perro como si prefiere que se le adiestre mientras usted descansa, en CCAM99 encontrará el personal y las instalaciones necesarias para llevar a cabo su propósito.

O quizás desee alojarlo durante sus vacaciones en nuestra residencia, en la seguridad de que recibirá un trato familiar y personalizado y de que él también lo pasará bien.

Y si quiere adquirir un cachorro de pastor alemán o un ejemplar jóven ya adiestrado en obediencia y protección, lo encontrará poniéndose en contacto con nosotros.

También, puede hacerse socio del "Club CCAM99" y practicar con su perro los deportes de SchH, RCI y Agility o mantener al día el adiestramiento y la defensa de utilidad, mejorando su forma física en la piscina canina.

En este video se muestran algunas de las ofertas de la empresa.

PRÓXIMAS CAMADAS DE PASTOR ALEMÁN


Está previsto que "Unos von der Eichendorfschule" cubra próximamente a nuestras hembras "Maika de Parayas" y "Luna de Parayas" (hijas de "Blitz vom Felsenwäldle", Campeón Mundial WUSV 2008 y de "Enja von der Eichendorfschule"), así como a "Tinaka von Karthago", de modo que esperamos cachorros de estas camadas para primeros del 2010.
En breve publicaremos fotos y Pedegrees de todos estos ejemplares aunque, quien lo desee, puede obtener más información en http://www.pedegreedatabase.com/ .
Puede reservar su cachorro a través de nuestras webs http://www.ccam99.com/ y http://www.adiestraperro.com/ o llamando al teléfono 629424808.

domingo, 8 de noviembre de 2009

CONTROL DE LA ACTITUD DURANTE EL TRABAJO DE SchH


Todo el que ha presentado un perro a pruebas de trabajo ha tenido la sensación de que su ejemplar no es el mismo de siempre durante el desarrollo de las mismas. Y es lógico. El día del evento concurren multitud de estímulos ambientales, ausentes durante los entrenamientos, que hacen que el perro se sienta más presionado que de costumbre. Tanto el deportista como el perro deben aceptar este hecho, acomodarse a la situación y aprender a manejarla.

Es inevitable que exista presión durante el trabajo. Y únicamente los perros que sepan canalizarla darán muestras de un comportamiento sólido, enérgico y seguro.

La energía es necesaria para desarrollar acción. Por ello, el presentador debe ser capaz de controlar la energía de su perro y adecuarla a cada momento del rastreo, de la obediencia o de la protección. En este sentido, los términos de guía y de conductor son muy adecuados, pues durante el adiestramiento es preciso que genere, regule, y enfoque la energía de su perro hacia las referencias adecuadas, diferentes en cada ejercicio.
La expresión del grado de energía en cada momento se traduce en el nivel de actitud y en la velocidad del movimiento. Sobre estas dos variables ejercen su acción tres fuerzas:
Los estímulos apetitivos instintivos (pelota, comida, movimiento del guía, movimiento del figurante...).
La presión activa , aplicada durante el trabajo en forma de tironcitos del collar hacia el objeto del instinto (hacia la presa, hacia el movimiento, etc).
La presión pasiva, representada por la manipulación del guía sobre el perro o por la influencia de los estímulos aversivos existentes en el medio.

Para que el guía pueda manejar a voluntad la actitud de su perro, éste ha de saber aceptar la presión y la forma de sobreponerse ante la misma. Durante el trabajo se debe generar energía, comprimirla y liberarla dosificadamente en relación con cada ejercicio. Y para que en ningún momento se produzca inhibición, el nivel de impulso positivo ha de ser siempre superior a la intensidad de la presión negativa.

Con el empleo de la presión activa, se consigue un nivel de actividad superior al logrado con la sola estimulación instintiva. La presión activa, por tanto, neutraliza parte de la presión pasiva ejercida por el adiestrador, por el figurante o por el ambiente.

El adiestrador debe desarrollar al máximo el potencial instintivo del perro desde su más temprana edad. Para ello debe emplear estímulos de caza —comida, rodillo— y estímulos gregarios —escapar del perro—, reforzando con comida o rodillo y caricias o voz, respectivamente.

En cada momento el nivel de excitación del perro será la resultante de la resta de las intensidades de dos fuerzas de dirección contraria: la estimulación instintiva y de la presión pasiva ambiental. En el caso de que existan estímulos ambientales que distraigan o preocupen al perro, éste disminuirá su energía en relación directa con la importancia que conceda a los mismos.

Como quiera que el guía no puede controlar la presión del ambiente (ruidos, calor, lluvia, etc.), es preciso desarrollar una estrategia que permita enseñar al perro a manejar otro tipo de presión, la ejercida por el guía sobre el perro. El guía enseña al perro ser presionable a través de la manipulación que se emplea durante el condicionamiento operante para la enseñanza de la técnica. El objetivo es que el perro generalice y sea capaz de aceptar cualquier tipo de estímulos negativos, sobreponiéndose.

Se debe aplicar presión hacia el objeto del instinto (presión activa) para que, por una parte, el perro conceda más importancia al refuerzo — accediendo a él no sólo a través de la estimulación apetitiva, sino como medio de escape de la presión— y, por otra, el guía pueda neutralizar las influencias negativas que el medio ambiente ejerce sobre el animal.

Al principio de la enseñanza, el adiestrador provoca excitación a través de la presentación de estímulos instintivos, acompañados de presión física activa (mediante pequeños y rápidos tironcitos hacia el estímulo instintivo) en el momento de máxima actividad. Simultáneamente, emplea un sonoro comando monosílabo (AP, por ejemplo), para que se produzca el correspondiente proceso de condicionamiento clásico y se lleve a cabo la asociación. El objetivo es conseguir excitación condicionada al comando, reforzando en ese momento con comida o presa y, al mismo tiempo con la voz.

1ª FASE: DE CONDICIONAMIENTO

ESTÍMULO INSTINTIVO PRIMARIO(Comida, presa)+ESTÍMULO INSTINTIVO SECUNDARIO(¡AP!)+PRESIÓN FÍSICA ACTIVA-----EXCITACIÓN+ACTIVIDAD+ENERGÍA+MOVIMIENTO---REFUERZO PRIMARIO (Comida, Presa)+REFUERZO SECUNDARIO (¡BIEN, BRAVO!)

Durante la fase de condicionamiento el perro desarrolla excitación y energía en respuesta al efecto directo del estímulo instintivo primario y a la acción de la presión física activa. Obtiene el refuerzo únicamente en el momento de máxima actividad.

Tras 30 o 40 repeticiones, el comando ¡AP! adquiere el doble valor de estímulo instintivo e indicación de escape hacia el refuerzo de presa.


2ª FASE: DE MANTENIMIENTO

ESTÍMULO INSTINTIVO SECUNDARIO (¡AP!)+PRESIÓN FÍSICA RESIDUAL----EXCITACIÓN+ACTIVIDAD+ENERGÍA+MOVIMIENTO----REFUERZO SECUNDARIO (¡BIEN, BRAVO!)+REFUERZO PRIMARIO (Comida, Presa)

Después del condicionamiento, el comando de voz adquiere el efecto de señal indicativa de que se encuentra disponible el refuerzo (esperanza). El perro aumenta su actitud para ser reforzado y para no recibir presión física (presión activa residual).
SÓLO SE REFUERZA CON PRESA LA ACTITUD MÁXIMA

Más adelante, para la enseñanza de la técnica —condicionamiento instrumental—, será preciso manipular al perro, (presión física pasiva).

El propósito durante esta etapa es doble:

1. Enseñarle a aceptar los estímulos negativos que será preciso emplear en el curso del adiestramiento (acción del collar, de la mano, etc) y la forma de evitarlos, escapando hacia cada uno de los ejercicios (presión pasiva residual).

2. Enseñarle a recuperarse inmediatamente de la presión, reforzando el pico máximo de actividad con la presa.

Al principio del programa de enseñanza se entrena realizando transiciones de actividad desde cero (PLATZ) hasta cien (¡AP!+PRESA). Más adelante se comprime la energía en niveles intermedios (SITZ, FUSS, STOP), empleando ejercicios de obediencia. Acoplando cada uno con su correspondiente rango de acción, pronto aprenderá a realizarlos con rapidez y siempre en expectativa de ser liberado y de obtener la presa, que ahora significa la seguridad, el fin del trabajo y la ausencia total de cualquier forma de presión.

Cada ejercicio se corresponde con una tasa concreta de energía. Así, el tumbado con distracción (PLATZ) implica un nivel cero, inferior al de sentado (SITZ) o de pie (STOP), todos por debajo del umbral de excitación. Las mismas posiciones, sin embargo, pueden contener mucha energía comprimida en caso de que la esperanza del perro sea desarrollar explosivamente el movimiento (cuando se encuentra en espera de la llamada o del AP, por ejemplo). Los ejercicios que implican movimiento, sin embargo, se corresponden con niveles de energía por encima de dicho umbral.

Con respecto a las posiciones, es preciso hacer algunas puntualizaciones:

*El objetivo del adiestramiento es que el perro obedezca con rapidez, energía y precisión. Respuestas automáticas exigen un perfecto condicionamiento de estímulos y comportamientos, con un exacto acoplamiento entre el comando (indicativo de la respuesta) y los tres vectores que marcan el nivel de actitud (esperanza de refuerzo, presión pasiva residual y presión activa residual).
El trabajo del adiestrador consiste en mantener recargadas las fuerzas (empleando estimulación instintiva y presión física activa y pasiva, si es necesario), para lo cual se requiere un alto grado de sensibilidad, tanto durante los entrenamientos (fase de construcción y de mantenimiento) como en el curso de la presentación (fase de conducción). El fin es mantener desarrollado un estrecho sistema de comunicación entre perro y guía, a través de un complejo código de sensaciones condicionadas y controladas en todo momento por éste.

*Para que el guía disponga de la energía del perro y pueda dosificarla, éste debe saber acumularla y mantenerla comprimida. Para ello es preciso un absoluto dominio de las tres fuerzas por parte de ambos.

*Las fases estáticas se componen de varias partes.
Tomemos como ejemplo el SITZ:
1. Sentarse requiere actividad, contracción muscular, control del movimiento.
2. Permanecer sentado exige pasividad, estatismo, control de la inmovilidad.
Si el mantenimiento de la posición se alarga en el tiempo, se marcan a su vez dos tiempos:
a) Relajación.
b) Acúmulo de tensión (como el velocista en los tacos de salida), para poder liberarla de manera impetuosa al interrumpir la estancia.
3. Abandonar la posición, siempre a la orden del guía, ha de asociarse con un pico de energía.
Del mismo modo, durante la permanencia en PLATZ con distracción, el perro ha de estar “en off”, tranquilo y pasivo, hasta que el guía regresa. Sólo en este momento el animal ha de reunir su energía en espera de recibir la orden de interrumpir la posición.
Sin embargo, la estancia en PLATZ antes de la llamada (HIER) requiere que el perro esté tenso y comprimido, pues sólo así arrancará con ímpetu y recorrerá la distancia que le separa de su guía a toda velocidad.

*El paso de PLATZ a SITZ debe de hacerse de arriba abajo y no de abajo a arriba. Para que el perro realice la transición con rapidez y energía, es preciso que primero aprenda a pasar del nivel 0 (PLATZ) al de 100 (¡AP!). Más adelante el guía seguirá la secuencia PLATZ—¡AP!—SITZ. Finalmente, cuando el guía se coloque a la derecha del perro, éste se encontrará en esperanza de saltar y, sólo a partir de este momento, se le ordenará pasar directamente a sentado.


PUNTUALIZACIONES

*Mientras el guía se encuentra inmóvil junto al perro se activa el impulso gregario pero no el de caza, aunque el perro debe estar en esperanza de liberación y de recibir la presa (conducta de escape).
*El movimiento del guía activa tanto el impulso gregario como el de caza.
*Obsérvese que siempre que se comprime la energía actúan tanto el impulso instintivo (es deseable que en grado máximo) como la presión activa y la presión pasiva, predominando una sobre otra según el ejercicio de que se trate.
*Cuando el guía arroja el apport desde la posición base, la energía del perro se comprime entre la estimulación instintiva (movimiento de la presa) y la presión pasiva residual.
*Mientras el perro mantiene la posición base, después de haber cesado su movimiento el apport, en espera de recibir la orden de recogida, la energía se comprime entre la esperanza instintiva (ir a por la presa muerta) y la presión pasiva.
*Cuando el perro es enviado a por el apport con la orden de Bring, su energía es la resultante de la esperanza de presa, más la presión activa residual.
*La entrega del apport al guía va en contra de la posesividad del perro.
*Cuando se dice que existe impulso de caza sin movimiento del guía ni visión directa de la presa (apport en llano) me refiero a la esperanza de presa (pelota, apport sobre salto y sobre empalizada).
*El ejercicio de envío hacia delante (voraus) se basa en la esperanza de presa, casi siempre presente durante los entrenamientos al final del recorrido, y en la presión activa residual.
*En el ejercicio de Platz del voraus la única fuerza que interviene es la presión pasiva residual, que ha de ejercer su máximo efecto contra la distancia del guía y la esperanza de presa y de liberación.
*En los ejercicios de llamada y envío hacia adelante se libera de golpe toda la energía del perro al eliminar súbitamente la presión pasiva residual con los comandos de Hier y Voraus, respectivamente.
*El único ejercicio en donde el perro descansa, relajando su energía es el tumbado con distracción.


CONCLUSIONES

Los Reglamentos de Trabajo de SchH y RCI fueron ideados para la selección de perros de utilidad. Las pruebas de entonces se han constituido hoy en día en un verdadero deporte. No hay que olvidar que la ejecución de todos y cada uno de los ejercicios de obediencia entraña una gran dificultad, pues el perro debe saber controlar sus impulsos y el guía ha de dominar la técnica y ser capaz de realizar una presentación impecable, lo que exige de ambos un alto grado de concentración y compenetración.

Sólo el adiestrador que conozca con profundidad los mecanismos íntimos del adiestramiento, que posea la inteligencia para diseñar un correcto plan de entrenamiento, la constancia para llevarlo a cabo y la sensibilidad y la técnica para mostrarlo el día de la competición y sólo el ejemplar dotado de un alto potencial instintivo, nervios de acero, un elevado grado de preparación física y compenetración absoluta con su guía conjugarán ese binomio ideal al que todos los deportistas aspiramos.


LAS BASES DE LA EDUCACIÓN CANINA




Instinto, según la definición de Hemingway, es el conocimiento inconsciente del comportamiento ancestral.
O dicho de otro modo, los instintos son innatos y no fruto del aprendizaje.
Cuando un perro realiza una acción determinada, lo hace sobre la base de la activación de uno u otro instinto, según el siguiente esquema:


ESTÍMULO (Movimiento de la Presa)-----INSTINTO(CAZA)-----IMPULSO-----COMPORTAMIENTO (PREDATORIO)-----FIN----- + (Reforzador) - (Inhibidor)

En nuestro ejemplo, un estímulo externo –la presa en movimiento– activa el impulso de caza, lo cual motiva al perro a realizar un comportamiento determinado –persecución de la presa–.

Si el lance de caza acaba de forma que resulte gratificante para el animal –con una captura, por ejemplo–, la próxima vez que se presente una situación similar, el comportamiento que ha hecho posible llevar a buen término el proceso aparecerá antes y con mayor expresividad. Hablamos de refuerzo positivo.

Por el contrario, si la escena termina de manera que resulte desagradable para el perro –por ejemplo en una caída al saltar una zanja–, se establecerá un refuerzo negativo o inhibitorio de la conducta.

Para que se establezca un “lenguaje” entre el adiestrador y el perro, aquel deberá disponer de estímulos y refuerzos que maneje a voluntad y dotados de significado para el animal. Así, podrá estimular las “ganas de hacer”.

Según este esquema, se establecen los dos pilares en los que se sustenta el adiestramiento: la enseñanza de estímulos, a través del llamado condicionamiento clásico y la enseñanza de comportamientos, sobre la base del condicionamiento instrumental.

Recordando el experimento de PAVLOV, la comida es un estímulo biológico potente, incondicionado (EI), que produce de manera automática salivación (respuesta incondicionada o RI), siguiendo la secuencia:

1.- EI---RI.

Pues bien, si junto al EI comida se presenta un estímulo neutro, sin significado alguno para el perro, por ejemplo el sonido de una campanilla (estímulo condicionado o EC), al cabo de varias repeticiones se establecerá, inevitablemente, una asociación entre ambos, de manera que, tanto juntos como por separado, provocarán la misma Respuesta: Salivación.

2.- EI+EC---RI.

3.- EC---RI.

El CONDICIONAMIENTO CLÁSICO se emplea en adiestramiento para enseñar estímulos, de forma que, por ejemplo, la voz fuerte sea capaz de producir en el perro una respuesta refleja de excitación y actividad. Así, partiendo de la secuencia:

1.-PELOTA---EXCITACIÓN

y estableciendo la asociación:

2.-PELOTA+VOZ FUERTE --- EXCITACIÓN

después de varias repeticiones, se acabará produciendo:

3.- VOZ FUERTE --- EXCITACIÓN

y, a partir de ahora, la PELOTA se ofrecerá como refuerzo, apareciendo en escena cuando la VOZ FUERTE, por sí sola, haya producido EXCITACIÓN.

A partir de este momento, podremos manipular el estado de excitación –y, por tanto, de actividad- del perro con el único empleo de la voz. Podremos hacerle adoptar el nivel de actitud necesario para que el trabajo resulte brillante.

Sobre esta base, con condicionamiento clásico, el educador puede enseñar tantos estímulos como desee, y podrá así regular el estado anímico de su perro, produciendo alegría a voluntad.


Por otra parte, a través del CONDICIONAMIENTO INSTRUMENTAL, se pueden enseñar comportamientos determinados, de manera que el animal considere la conducta como el instrumento que le permite obtener el fin deseado.

Por ejemplo, si el educador emite el comando SITZ, hace sentarse a su perro y a continuación le ofrece un trozo de carne, al cabo de varias repeticiones, el perro entiende que, al oír SITZ, si se sienta, obtiene la comida. Así, el comando se convierte en el estímulo discriminativo que indica que el refuerzo se encuentra disponible.

El Condicionamiento Clásico hace que el perro relacione un determinado estado de ánimo durante la realización de los ejercicios. El Condicionamiento Instrumental permite la enseñanza de la técnica.

Y, como en todo proceso de aprendizaje concurren ambos tipos de condicionamiento, no debe empezarse el adiestramiento con la enseñanza de los ejercicios, sino que, previamente, se deben preparar los estímulos y refuerzos que permitan al perro interpretar que el trabajo es algo realmente gratificante.

EL APPORT. SISTEMA DE TRABAJO.


El Reglamento de SchH, define el ejercicio de Apport en terreno llano de la siguiente forma:

“En la posición base y con el perro sentado al lado izquierdo del conductor, éste lanza un APPORT de madera a una distancia mínima de 10 metros. El perro, a la orden de BRING (Trae), con movimientos rápidos, traerá el objeto. El perro debe sentarse muy cerca del conductor y tener el objeto en la boca hasta que éste, después de un corto intervalo, se lo quita a la voz de AUSS (deja).
A la orden de FUSS (junto), el perro debe sentarse otra vez, rápidamente, al lado izquierdo del conductor.
El conductor debe permanecer en la posición base hasta que el perro le haya entregado el objeto y se siente a su lado izquierdo”.


El ejercicio de Apport es el más complejo de todo el Reglamento. Por ello, no debe procederse a su enseñanza hasta que el perro realice correctamente todos los demás.

Mientras el guía permanece inmóvil en la posición de firmes, el perro debe:
1.- Salir rápidamente, a la orden de BRING, desde sentado a la izquierda del guía, en dirección al Apport.
2.- Recogerlo con firmeza.
3.- Regresar a toda velocidad hacia el guía y adoptar la posición de HIER (sentado delante), manteniendo en todo momento sujeto el Apport, sin “masticarlo”.
4.- Soltar limpiamente a la orden (AUSS) y mantener la posición de HIER.
5.- Pasar a la posición de FUSS (sentado al lado) cuando se le ordene.
En el nivel SchH III el ejercicio habrá de realizarse, además de en terreno llano, sobre el saltímetro y sobre la empalizada.



*TRABAJO BASADO SOBRE INSTINTO DE CAZA Y COMPORTAMIENTO DE PRESA.

El movimiento del Apport, al ser arrojado por el guía, activa en el perro el Instinto Natural de Caza. Si el ejemplar en cuestión manifiesta un claro comportamiento de presa, puede lograrse que realice las fases de salida y recogida. Si, por el contrario, no muestra deseos de coger el APPORT, huelga continuar en este sentido.

Hasta aquí, las cosas no resultan excesivamente complicadas. Los problemas comienzan a surgir cuando, una vez atrapado el madero, llega la hora de enseñar al perro a traerlo sin pérdida de tiempo a la posición de Hier. Para la enseñanza de este proceder, de una u otra forma, habrá que aplicar presión, la cual activará el comportamiento de evitación en mayor o menor medida.

Procediendo de esta manera pueden presentarse las siguientes situaciones:
a) Que la intensidad del comportamiento de evitación se encuentre por debajo de la intensidad del comportamiento de presa: en este caso, el perro realizará el ejercicio.
b) Que la intensidad del comportamiento de evitación se encuentre por encima de la intensidad del comportamiento de presa: en este caso, el perro soltará el Apport, aunque acuda a la llamada.
c) Que no se produzca el comportamiento de presa por presentarse otro estímulo, ajeno, de intensidad superior (cansancio, por ejemplo): en este caso, el perro no realizará el ejercicio.


*TRABAJO SOBRE INSTINTO DE SUPERVIVENCIA Y COMPORTAMIENTO DE EVITACION.

Para obviar la última circunstancia, es preferible planificar el trabajo del ejercicio de Apport actuando directamente sobre el Instinto de Supervivencia, siempre activable. La fuerza, activará la conducta de evitación y el perro atrapará el Apport para no recibir presión. Empleará la técnica adecuada para “escapar” hacia el final del ejercicio: la posición de Hier con el Apport en la boca. Solo entonces, tras la liberación, se le ofrecerá un segundo escape hacia la presa (la pelota, por ejemplo), para mantener una actitud de trabajo adecuadamente activa y vital.

Este método, bien llevado a cabo, es el mas seguro y puede aplicarse a ejemplares con escaso comportamiento natural de presa.

Se procede de la siguiente forma:


· PRIMERA CLASE: Se debe conseguir que el perro mantenga el Apport firmemente sujeto en su boca y que termine la sesión de trabajo en posición de HIER, sin soltarlo.

Se trabaja con el perro atado a un poste, sirviéndose el guía de una segunda correa, fija al collar de trabajo, que sujeta en su mano derecha.

Con el APPORT sujeto en la mano izquierda, a la vista del perro, pero fuera de su alcance, ordena BRING -en voz baja para no activar el Instinto-, al tiempo que tensa suavemente su correa. El conflicto generado lo resuelve en seguida el guía, que literalmente introduce el APPORT en la boca del perro, aflojando simultáneamente la traílla y confirmando con la voz (BIEEEN, BRING).

Si el perro aflojara su mordida, el guía vuelve a tensar la correa y repite el comando BRING, tranquilizando nuevamente a su alumno cuando sujete el madero entre sus fauces.

Al final de la clase, cuando el perro mantenga firmemente el APPORT, sin teclear, se ordena HIER, también en voz baja y se le confirma con la voz (BIEEN, BRING).

Cuando esté tranquilo, con el APPORT en la boca en la posición de HIER, se le manda soltar (AUSS) y, acto seguido, se libera con AP, desatándole del poste.

De esta manera, realizando en la primera clase un solo HIER y un solo AUSS, se refuerza la importancia de ambos, a modo de escape.

A partir de ahora, la intención es que el perro se condicione a que, durante el ejercicio, únicamente se sienta seguro con el APPORT en la boca en posición de HIER. Y, además, que el APPORT sólo se puede soltar en dicha posición.

· SEGUNDA CLASE: Se obliga al perro a coger el APPORT un poco mas bajo, aunque aún de la mano del guía. Cuando lo ha hecho, se lo ordena HIER, y se le ayuda a adoptar dicha posición empleando la correa que maneja la mano derecha. Se le confirma con el APPORT en la boca: BIEN, BRING.
A continuación, en vez de ordenar AUSS, el guía da un paso atrás, separándose del perro, el cual se encuentra impedido de acercarse a HIER por estar retenido por la otra correa, fija al poste. En este momento, el guía aplica pequeños tironcitos de la correa que maneja, al tiempo que repite BRING, BRING, BRING, con el objeto de hacer que el perro se sienta inseguro (Si la primera clase ha sido correctamente impartida, el perro ha aprendido a no soltar el APPORT). Acto seguido, el guía se acerca nuevamente al perro y le permite colocarse en HIER, con el APPORT en la boca, restaurando la tranquilidad.

El objetivo es, nuevamente, reforzar la seguridad en el perro únicamente en posición de HIER con el APPORT en la boca. De esta manera, en el futuro, el animal estará deseoso de realizar rápidamente la totalidad del ejercicio.

Se finaliza el trabajo con el madero en HIER, como en la clase previa. A continuación se ordena AUSS y, acto seguido, se libera al perro con AP.

·SIGUIENTES CLASES: Al cabo de una o dos sesiones mas, el perro estará recogiendo el APPORT del suelo y se encontrará deseoso de acudir a la posición de HIER para escapar de la presión y terminar.

· A partir de ahora, el guía comienza en la posición base y tira el APPORT a un par de metros, en el radio de acción de la correa que le mantiene sujeto al poste. Si el perro realiza el ejercicio bien una vez (salida, recogida y entrega), se termina el trabajo.

· Por último, cuando el perro haya ejecutado completo el ejercicio, sin ayudas de correa, en dos o tres jornadas de entrenamiento, se comenzará a tirar el madero a mayor distancia. Para ello, la correa que sujetaba al perro al poste en las sesiones previas, se sustituirá por otra, de 10 metros de longitud, que sujetará un ayudante situado enfrente.

El guía ordena BRING y, en caso de que el perro no salga rápidamente a por el APPORT, el ayudante aplica un pequeño tirón con su correa.
Si el perro no cogiera el madero, o lo soltara por el camino, se tensarían ambas correas, como ocurría en la primera clase. Dado que el animal conoce la situación, buscará rápidamente la salida. Cuando tenga intención de coger el APPORT, se aflojan las correas para darle oportunidad de hacerlo y de traerlo al guía.

En caso de que la vuelta no fuera rápida, el ayudante retendrá al animal unos segundos, mientras el guía acciona con su correa al tiempo que ordena HIER, HIER. Si por encontrarse retenido, el perro se sintiera inseguro y soltara el APPORT, se procedería como en el caso anterior.


· El trabajo con dos correas se mantendrá hasta que el perro haya aprendido a traer el APPORT sobre el SALTIMETRO y sobre la EMPALIZADA. La enseñanza de estos ejercicios ha de simplificarse al máximo, comenzando con una pequeña altura, que no se aumentará hasta que el animal domine a la perfección la ejecución de ambos.
Lo más importante es que el perro no aprenda a fallar. El peligro del trabajo de evitación es que, si no se realiza a la perfección, puede ocasionar que el animal descubra otras formas de escape y, si ello ocurre, su corrección resultará enormemente difícil, cuando no imposible.
Sin embargo, un entrenamiento cuidadoso y pleno de respeto hacia el perro, permitirá alcanzar una ejecución brillante.

TERTULIANOS Y MORDIDAS DE PERROS

Por el Dr. Arsenio Menchero

El otro día, mientras conducía, cómo el grupo habitual de tertulianos de un programa de radio sometía a consideración un tema de candente actualidad: las agresiones de perros a seres humanos. Se dijeron cosas sensatas pero también otras absolutamente absurdas.

Es preocupante e inadmisible que un perro muerda a una persona. Pero los perros de ahora no muerden a la gente ni más ni menos que los de antes, aunque desgraciadamente, lo hacen en demasiadas ocasiones. Los cirujanos, de hecho, atendemos mordeduras en la urgencia de los hospitales casi a diario, la mayoría de ellas, por cierto, provocadas por el perro de la familia a uno de sus miembros y en un gran porcentaje de casos a los niños.

Pero entonces, ¿a que se debe la actual alarma social? Es evidente que responde a la difusión mediática.

La alarma social es buena si sirve para promulgar una ley coherente que regule la tenencia de perros, una ley que evite el maltrato y el abandono. En las regiones españolas en que existe afición a la caza de liebres con galgos, aún es posible encontrar alguno ahorcado en una encina, con sólo los pies apoyados en el suelo y lleno de verdugones por azotes, para así prolongar su agonía en la supersticiosa creencia de que servirá de ejemplo a sus compañeros de jauría.

Que se obligue a asegurar a los ejemplares cuya mordida pudiera resultar potencialmente peligrosa (aquellos de más de 25 Kg. de peso) está muy bien. Así se cubre parte de la responsabilidad civil y se aseguran indemnizaciones para los damnificados. Sin embargo, de esta forma, no se previenen los accidentes.

Que se definan razas peligrosas (los llamados perros de presa) sirve para confirmar lo evidente: que un perro muerde más fuerte cuanto más grande es y mejor boca tiene. Pero exigir al propietario de uno de estos ejemplares que pase un test psicológico, me parece una solemne idiotez. Un “doctor honoris-causa”, capaz de obtener un diez en este examen, puede tener un perro potencialmente peligroso en su casa, aún sin siquiera saberlo.

¿Por qué complicamos así las cosas, cuando países como Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, por sólo citar algunos, caminan en este sentido por delante nuestro?.

La prevención de las mordeduras requiere varias medidas.

· La primera de ellas es la necesidad de educar a los propietarios de perros en la responsabilidad que supone poseer uno. Es imprescindible que el dueño de un perro sepa cómo tenerlo y conozca su carácter y sus posibilidades de representar un riesgo en alguna forma. Es necesario que, igual que vela por su salud, lo haga por su educación y por su integración social. Y si no sabe ha de recurrir a un especialista para que le asesore y le tutele.

· Sería aconsejable que los perros que transitan por la ciudad posean una licencia apropiada, del mismo modo que es necesario un permiso para circular con una moto de pequeña cilindrada. Para ello se debe asegurar que el carácter de cada ejemplar –el del dueño se da por supuesto, como el valor en el ejército—sea, sencillamente, normal. La prueba BH, un sencillo test de sociabilidad que cualquiera con un carácter equilibrado y medianamente educado supera sin dificultad, es el modelo de obediencia básica a exigir. En nuestro país, la BH sólo es obligatoria para los perros que se van a someter a escuelas de trabajo, es decir para aquellos que van a ser preparados para un adiestramiento de más alto nivel, encaminado a garantizar la calidad de la cría o a la competición. Si se hiciera extensiva a todos los perros de ciudad se instaría a sus propietarios a recibir una básica formación en adiestramiento.

· Para que los perros que viven en urbanizaciones o en el campo no entrañen riesgo y resulten soportables para el vecindario, han de contar con las adecuadas medidas de seguridad y de aislamiento. Es inadmisible que la sociedad tenga que soportar ladridos intempestivos, calles con excrementos o ataques a través de las vallas de los chalets. La mayoría de los supuestamente perros de guarda no guardan nada y, sin embargo, importunan a todo el que se aventure a dar un tranquilo paseo, al tiempo que fastidian a los vecinos.

Como defiende César Millán, “El Encantador de Perros”, los perros necesitan EJERCICIO, DISCIPLINA y AFECTO, en este orden. El problema es que casi nunca sucede así. En la mayoría de los casos el ejercicio diario que realiza el perro es insuficiente, por lo que el animal acumula una energía que no puede gastar y desarrolla ansiedad, aumentada aún más por un afecto excesivo o inadecuado. Al final se desestabiliza el orden que necesita el animal para sentirse seguro en la escala jerárquica de la “manada” familiar y aparecen las conductas inadecuadas, en ocasiones la agresividad dirigida hacia personas. Todo ello podría evitarse con ayuda de un adiestrador competente.

Volviendo al principio de estas líneas, sintonicé la emisora cuando el debate ya se encontraba avanzado, en un punto en que uno de los tertulianos aseguraba rotundamente, casi a voz en grito, que debería estar absolutamente prohibido que los perros fueran entrenados para el ataque en cualquiera de sus formas.

Llevo 25 años preparando perros para el deporte, así como impartiendo cursos para las fuerzas de seguridad del estado. Estoy completamente en contra de que cualquier indocumentado “rabie” a los perros para que defiendan su jardín. Esto no sólo debería estar prohibido, sino que debería ser penado por la ley, pues puede llegar a ser realmente peligroso. Por contra, asegurar que el perro que entrena en defensa deportiva se convierte en un animal de riesgo, es una total majadería. Quien así opina, debería saber que los Reglamentos deportivos, que solo pueden desarrollarse en centros autorizados bajo la supervisión de especialistas titulados, están basados en la obediencia y, por tanto, en el orden y no en el desparrame. Que este orden encauza los instintos del perro y que un perro bien adiestrado, lejos de ser peligroso, canaliza sus pulsiones depredadoras y de agresión hacia el figurante de campo en vez de descargarlos contra el cartero o contra el primero que pase por delante.

La alarma social es buena en cuanto que conciencia a la población de una necesidad real. Es mala, en cambio, cuando distorsiona la realidad, creando fantasmas.

No se puede pretender alejar del hombre al perro, que le acompaña desde hace 20 millones de años en su andadura histórica. Sí es posible, sin embargo, concienciar a los dueños de perros en la responsabilidad de su educación y de su control. Sólo así el perro podrá ocupar el verdadero lugar que le corresponde en la sociedad.