El Reglamento de SchH, define el ejercicio de Apport en terreno llano de la siguiente forma:
“En la posición base y con el perro sentado al lado izquierdo del conductor, éste lanza un APPORT de madera a una distancia mínima de 10 metros. El perro, a la orden de BRING (Trae), con movimientos rápidos, traerá el objeto. El perro debe sentarse muy cerca del conductor y tener el objeto en la boca hasta que éste, después de un corto intervalo, se lo quita a la voz de AUSS (deja).
A la orden de FUSS (junto), el perro debe sentarse otra vez, rápidamente, al lado izquierdo del conductor.
El conductor debe permanecer en la posición base hasta que el perro le haya entregado el objeto y se siente a su lado izquierdo”.
El ejercicio de Apport es el más complejo de todo el Reglamento. Por ello, no debe procederse a su enseñanza hasta que el perro realice correctamente todos los demás.
Mientras el guía permanece inmóvil en la posición de firmes, el perro debe:
1.- Salir rápidamente, a la orden de BRING, desde sentado a la izquierda del guía, en dirección al Apport.
2.- Recogerlo con firmeza.
3.- Regresar a toda velocidad hacia el guía y adoptar la posición de HIER (sentado delante), manteniendo en todo momento sujeto el Apport, sin “masticarlo”.
4.- Soltar limpiamente a la orden (AUSS) y mantener la posición de HIER.
5.- Pasar a la posición de FUSS (sentado al lado) cuando se le ordene.
En el nivel SchH III el ejercicio habrá de realizarse, además de en terreno llano, sobre el saltímetro y sobre la empalizada.
*TRABAJO BASADO SOBRE INSTINTO DE CAZA Y COMPORTAMIENTO DE PRESA.
El movimiento del Apport, al ser arrojado por el guía, activa en el perro el Instinto Natural de Caza. Si el ejemplar en cuestión manifiesta un claro comportamiento de presa, puede lograrse que realice las fases de salida y recogida. Si, por el contrario, no muestra deseos de coger el APPORT, huelga continuar en este sentido.
Hasta aquí, las cosas no resultan excesivamente complicadas. Los problemas comienzan a surgir cuando, una vez atrapado el madero, llega la hora de enseñar al perro a traerlo sin pérdida de tiempo a la posición de Hier. Para la enseñanza de este proceder, de una u otra forma, habrá que aplicar presión, la cual activará el comportamiento de evitación en mayor o menor medida.
Procediendo de esta manera pueden presentarse las siguientes situaciones:
a) Que la intensidad del comportamiento de evitación se encuentre por debajo de la intensidad del comportamiento de presa: en este caso, el perro realizará el ejercicio.
b) Que la intensidad del comportamiento de evitación se encuentre por encima de la intensidad del comportamiento de presa: en este caso, el perro soltará el Apport, aunque acuda a la llamada.
c) Que no se produzca el comportamiento de presa por presentarse otro estímulo, ajeno, de intensidad superior (cansancio, por ejemplo): en este caso, el perro no realizará el ejercicio.
*TRABAJO SOBRE INSTINTO DE SUPERVIVENCIA Y COMPORTAMIENTO DE EVITACION.
Para obviar la última circunstancia, es preferible planificar el trabajo del ejercicio de Apport actuando directamente sobre el Instinto de Supervivencia, siempre activable. La fuerza, activará la conducta de evitación y el perro atrapará el Apport para no recibir presión. Empleará la técnica adecuada para “escapar” hacia el final del ejercicio: la posición de Hier con el Apport en la boca. Solo entonces, tras la liberación, se le ofrecerá un segundo escape hacia la presa (la pelota, por ejemplo), para mantener una actitud de trabajo adecuadamente activa y vital.
Este método, bien llevado a cabo, es el mas seguro y puede aplicarse a ejemplares con escaso comportamiento natural de presa.
Se procede de la siguiente forma:
· PRIMERA CLASE: Se debe conseguir que el perro mantenga el Apport firmemente sujeto en su boca y que termine la sesión de trabajo en posición de HIER, sin soltarlo.
Se trabaja con el perro atado a un poste, sirviéndose el guía de una segunda correa, fija al collar de trabajo, que sujeta en su mano derecha.
Con el APPORT sujeto en la mano izquierda, a la vista del perro, pero fuera de su alcance, ordena BRING -en voz baja para no activar el Instinto-, al tiempo que tensa suavemente su correa. El conflicto generado lo resuelve en seguida el guía, que literalmente introduce el APPORT en la boca del perro, aflojando simultáneamente la traílla y confirmando con la voz (BIEEEN, BRING).

Si el perro aflojara su mordida, el guía vuelve a tensar la correa y repite el comando BRING, tranquilizando nuevamente a su alumno cuando sujete el madero entre sus fauces.
Al final de la clase, cuando el perro mantenga firmemente el APPORT, sin teclear, se ordena HIER, también en voz baja y se le confirma con la voz (BIEEN, BRING).
Cuando esté tranquilo, con el APPORT en la boca en la posición de HIER, se le manda soltar (AUSS) y, acto seguido, se libera con AP, desatándole del poste.
De esta manera, realizando en la primera clase un solo HIER y un solo AUSS, se refuerza la importancia de ambos, a modo de escape.
A partir de ahora, la intención es que el perro se condicione a que, durante el ejercicio, únicamente se sienta seguro con el APPORT en la boca en posición de HIER. Y, además, que el APPORT sólo se puede soltar en dicha posición.
· SEGUNDA CLASE: Se obliga al perro a coger el APPORT un poco mas bajo, aunque aún de la mano del guía. Cuando lo ha hecho, se lo ordena HIER, y se le ayuda a adoptar dicha posición empleando la correa que maneja la mano derecha. Se le confirma con el APPORT en la boca: BIEN, BRING.
A continuación, en vez de ordenar AUSS, el guía da un paso atrás, separándose del perro, el cual se encuentra impedido de acercarse a HIER por estar retenido por la otra correa, fija al poste. En este momento, el guía aplica pequeños tironcitos de la correa que maneja, al tiempo que repite BRING, BRING, BRING, con el objeto de hacer que el perro se sienta inseguro (Si la primera clase ha sido correctamente impartida, el perro ha aprendido a no soltar el APPORT). Acto seguido, el guía se acerca nuevamente al perro y le permite colocarse en HIER, con el APPORT en la boca, restaurando la tranquilidad.

Se finaliza el trabajo con el madero en HIER, como en la clase previa. A continuación se ordena AUSS y, acto seguido, se libera al perro con AP.
·SIGUIENTES CLASES: Al cabo de una o dos sesiones mas, el perro estará recogiendo el APPORT del suelo y se encontrará deseoso de acudir a la posición de HIER para escapar de la presión y terminar.
· A partir de ahora, el guía comienza en la posición base y tira el APPORT a un par de metros, en el radio de acción de la correa que le mantiene sujeto al poste. Si el perro realiza el ejercicio bien una vez (salida, recogida y entrega), se termina el trabajo.
· Por último, cuando el perro haya ejecutado completo el ejercicio, sin ayudas de correa, en dos o tres jornadas de entrenamiento, se comenzará a tirar el madero a mayor distancia. Para ello, la correa que sujetaba al perro al poste en las sesiones previas, se sustituirá por otra, de 10 metros de longitud, que sujetará un ayudante situado enfrente.

Si el perro no cogiera el madero, o lo soltara por el camino, se tensarían ambas correas, como ocurría en la primera clase. Dado que el animal conoce la situación, buscará rápidamente la salida. Cuando tenga intención de coger el APPORT, se aflojan las correas para darle oportunidad de hacerlo y de traerlo al guía.
En caso de que la vuelta no fuera rápida, el ayudante retendrá al animal unos segundos, mientras el guía acciona con su correa al tiempo que ordena HIER, HIER. Si por encontrarse retenido, el perro se sintiera inseguro y soltara el APPORT, se procedería como en el caso anterior.
· El trabajo con dos correas se mantendrá hasta que el perro haya aprendido a traer el APPORT sobre el SALTIMETRO y sobre la EMPALIZADA. La enseñanza de estos ejercicios ha de simplificarse al máximo, comenzando con una pequeña altura, que no se aumentará hasta que el animal domine a la perfección la ejecución de ambos.
Lo más importante es que el perro no aprenda a fallar. El peligro del trabajo de evitación es que, si no se realiza a la perfección, puede ocasionar que el animal descubra otras formas de escape y, si ello ocurre, su corrección resultará enormemente difícil, cuando no imposible.
Sin embargo, un entrenamiento cuidadoso y pleno de respeto hacia el perro, permitirá alcanzar una ejecución brillante.