domingo, 8 de noviembre de 2009

ENTREVISTA EN EL AÑO 2003 DE LA REVISTA APPORT A ARSENIO MENCHERO

APPORT: Arsenio, ¿Cuáles son tus orígenes en el mundo del perro?. ¿Dónde y cuándo comenzaste?

En 1985, Pilar Martín me regaló una hembra de pastor alemán, Bossanova –a quien siempre llamé Gala--, hija de su perro Yago, criado por Domingo Tornell. También me habló de que se estaba constituyendo un Club de Trabajo, el CEAC, y me guió a una de las primeras reuniones del mismo, en Madrid, concretamente en la Alameda de Osuna. Allí conocí a Gonzalo Hurtado, con quien comencé a trabajar en Canhotel.

Con el Reglamento de CEAC en la mano –y un video del Campeonato de Europa de RCI del año anterior como referencia—preparé, como buenamente pude, a Gala. El día 8 de marzo de 1986 hice mi debut en el mundo del deporte canino en el campo de trabajo de Werner Delil, en Castelldelfels. En aquella prueba de SchH conocí a Pedro Luis Gutiérrez y a Manuel Torres, entre otros.


APPORT: ¿Quiénes han sido tus maestros?.

He tenido muchos, aunque algunos de ellos ni siquiera sepan en que medida me han ayudado. Por suerte, mantengo una relación de amistad con los mejores deportistas de trabajo deportivo canino de España, cada uno de los cuales me ha enseñado algo.

Agradezco a Pepe Osuna su apoyo en mis comienzos, a José Talaverano sus consejos desinteresados, a Javier Moreno el año que me permitió pertenecer a su grupo, a Jaime Guillén su hospitalidad, a Nacho Sierra que me permitiera trasladar mi grupo a su campo, a Javier Martínez, a Juan José Pérez y a Miguel Velasco su camaradería, a Vicente Ferré su cordialidad, a Ignacio Antuña su naturalidad, a Manuel Guerrero su apoyo desinteresado, a Jose Luis Gumiel su picajosa simpatía, a Jesús Vallejo sus juicios en positivo, a Carlos Salas y Ana Mesto su profesionalidad, a Alberto Concejo y a Jose Luis Fernández Salado su cercanía a Justino y Anabel su colaboración... y, de verdad, a innumerables deportistas que no nombro, pero que no por ello olvido, su ejemplo y su afición, que ha permitido que la mía creciera cada día.

Helmut Raiser en aquellos años adquirió en nuestro país una fama que aún mantiene. Su trabajo es un modelo a seguir. Asistí a un curso de figurantes impartido por él en el año 1987 y que se llevó a cabo en Madrid y en Valencia. Volví a verle trabajar en 1994, en otro curso que organizó Vicente Ferré.

En el año 1994 tuve ocasión de trabajar en varias ocasiones con Rainer Mündelein, tristemente fallecido al año siguiente. Todos cuantos le conocimos reconocemos en él un gran especialista en el trabajo deportivo de RCI.

No quiero dejar sin mencionar la desinteresada e inestimable ayuda que mi amigo Antonio Ballestín me prestó en todo momento antes, durante y después de la formación de mi grupo de trabajo.

Y cito en último lugar, por confianza que no por importancia en mi vida deportiva y profesional, a quien ha sido y continúa siendo mi “maestro de cabecera”. Pedro Luis Gutiérrez me ha demostrado lo que significa el compromiso, la continuidad y la solidez en el trabajo.

Pero no sería justo terminar esta relación sin expresar mi mas profundo agradecimiento a todos aquellos propietarios y miembros de mi grupo de trabajo que han confiado en mi, permitiendo que trabajara a sus perros. Ellos han sido, realmente, los que me han permitido contrastar cada una de mis ideas.

Hoy, gracias a los amigos, de quienes he aprendido mucho, algo o siquiera un leve matiz en la interpretación de un concepto, entiendo que construir un perro es algo más, ¡mucho más!, que adiestrarlo. Que preparar un perro para la competición significa moldear su voluntad manteniendo su iniciativa para que ponga a nuestra disposición todo su potencial. Que son precisos conocimientos teóricos y habilidad técnica pero que, por encima de todo, se necesita desarrollar un alto grado de sensibilidad. Sólo si se entabla con el perro una comunicación profunda y fluida y una relación basada en el mutuo respeto, se puede ir más allá de la mera ejecución de los ejercicios y hacerle partícipe de la gran ilusión que mueve al deportista.


APPORT: ¿Cómo nace CCAM99?.

Desde hacía ya demasiados años mi Campo de Trabajo había cambiado varias veces de asentamiento. Estuve primero en Boadilla del Monte, en un terreno cedido por el Municipio, luego en Brunete, en un campo de mi amigo Satur, después en Aravaca, en las instalaciones de Nacho Sierra. CCAM significa Club Canino Arsenio y Mercedes y 99 representa el año en que abrió sus puertas al público. CCAM99 nació de una ilusión personal gestada desde tiempo atrás y de la apuesta que mi esposa hizo por mí y por el proyecto. A ella le agradezco profundamente que, al involucrarse a fondo en la empresa, decidiera orientar su vida en la dirección que llevaba la mía.

Al diseñar CCAM99 determinamos emplazar unas instalaciones que contaran con todo lo necesario para practicar el adiestramiento y el deporte canino: campos de trabajo, pista de agility, piscina canina, club social y hotel canino.



APPORT: ¿Por qué no nos hablas un poco de los perros que has tenido y de los que más te han marcado?.

He tenido muchos perros, a cada uno de los cuales he considerado, mientras estaba a mi lado, como si fuera el mejor del mundo. De muchos me he desprendido después de haberles sacado alguna escuela de trabajo. Otros murieron demasiado jóvenes. No voy a hablar de Mayo, Quino, Garabito, Gonzo, Kevin, Nick I, Nick II, Carmi, Ira, Conan, ni de tantos otros que acuden a mi memoria.

Me gustaban los perros desde niño. Como muchos de mi generación, soñaba con los personajes de los cómics y de las películas de cine y televisión. Rin-Tin-Tin y Lassie alimentaron mi ilusión en aquellos años. Mis padres alegraron mi séptimo cumpleaños con un bóxer: Bronco, con el que compartí momentos que aún hoy, cuarenta años después, recuerdo con toda nitidez.

En casa no entró otro perro hasta que, a mis dieciocho años, adquirí un mestizo de pastor alemán. Thor, estrechamente unido a mí durante diez años, se tumbaba bajo mi mesa mientras estudiaba, esperaba pacientemente en el coche durante mis clases y mis primeras guardias y acompañaba todo mi tiempo libre. Le enseñaba cuantas habilidades realizaban los perros del cine. Nos entendíamos como amigos, éramos compañeros de fatigas, vivimos inseparables hasta que su vida se apagó en mis brazos.

Gala, fue mi primera perra de trabajo. Con ella hice mis primeros cursos –incluso uno de salvamento bajo escombro impartido por los bomberos de Niza-- y participé en pruebas y campeonatos.

Simba fue una hembra de P.A. que, a sus 6 años de edad, me regaló Jose Celorio. Siempre guardaré de ella un recuerdo entrañable por dos motivos: por su paciencia y dulzura con mi hijo Alejandro, que se apoyaba en su collar a modo de correpasillos cuando aprendía a dar sus primeros pasos y por ser la madre de Boran.

Boran marcó otra etapa de mi vida. Con él viajé a mi primer Campeonato de Europa de RCI y participé en mi primer Mundial de la SV. Boran, como su madre, era especial. Sirva como ejemplo que, cuando mi hijo contaba sólo cuatro años de edad, hizo con él una exhibición de obediencia y defensa en un programa de televisión.

Yady, que aún vive, fue la responsable de que mi mujer se aficionara a los perros. Le doy las gracias. Gracias a ella viven con nosotros Becky y Zara.

Fanto ha sido mi último perro. De él tengo que señalar que fue diferente. Su mirada quedará siempre grabada en lo más profundo de mi ser.

Actualmente trabajo con una hembra extraordinaria de Pedro Luis: Enja, clasificada para la próxima edición del Campeonato Nacional CEPPA de este año 2003. De ella baste decir que me tiene enamorado.


APPORT: ¿Cómo es tu pastor alemán ideal?.

Pues supongo que como el de V. Stephaniz y como el de todos los aficionados a la raza. Noble, valiente, inteligente, atlético, equilibrado, dúctil, duro, sensible, seguro, apegado, independiente, activo, sensato...


APPORT: ¿Qué tienes que decir de la cría?.

La crianza de líneas de belleza se adapta a las normas de moda que impone la SV. En mi opinión, se debería prestar una mayor atención al carácter, pues no pocos ejemplares son demasiado faltos de instinto. ¿De qué sirve un perro bello si es flojo?.

La cría de trabajo es otra cosa. Los profesionales que se dedican a criar perros para la utilidad o el deporte, buscan las líneas de sangre con mejores rasgos de carácter. Quizás se descuida algo la estructura, pero ya se encarga el club de raza de exigir una mínima puntuación en estética para poder criar.

Creo que cada vez se sabe más en España de perros de trabajo. Cada día se crían mejores perros dentro de nuestras fronteras, en parte porque se invierte dinero y también porque se está empezando a no escatimar a la hora de adquirir hembras de cría.

Aunque un macho puede realizar muchas montas y producir un elevado número de hijos, la base del criador son sus hembras. Si dispone de buenas hembras se podrá comprar la monta del macho que desee. No olvidemos que cada ejemplar es la suma del potencial genético de cada uno de sus padres. No pocas veces he contemplado cómo se deposita ilusión en una camada ¡sólo porque se ha cubierto con un buen macho!. ¿Y de la hembra qué?.

En la actualidad existen líneas muy concretas de demostrada calidad. De cualquier forma, dentro de estos márgenes, el que aparezca de repente un perro excepcional es fruto, en gran medida, de la suerte.

Pero la labor del criador se extiende más allá del nacimiento de los cachorros. Durante sus primeras semanas de vida es el responsable no sólo de su estado de salud, sino también de que se lleven a cabo adecuadamente los procesos de domesticación, de imprinting y de socialización. Es muy importante que un perro salga del criadero con su potencial adecuadamente enfocado.


APPORT: ¿Cuál es tu punto de vista sobre la situación del trabajo deportivo en España?.

Muchos de los que aún seguimos inmersos en este deporte asistimos a un momento histórico en que el trabajo se impulsó importantemente. Sucedió en el marco del CEAC y duró algunos años. Vivimos y contribuimos a su nacimiento, a su desarrollo y también, por qué no decirlo, a su desaparición. En mi opinión, la labor de los directivos de los Clubs de Raza es muy importante pero no es, ni mucho menos, la única.

Si el trabajo se lleva a cabo es por y gracias a los deportistas. Y si no se cuida con esmero a quien se esfuerza en adquirir un perro, en prepararlo a conciencia, en desplazarse al lugar del evento deportivo, todo lo cual consume una cantidad considerable de ilusión, de tiempo y de dinero, se está condenado al fracaso.

Los deportistas hemos demostrado más de una vez que sabemos ofrecer todo nuestro apoyo a un proyecto interesante. Pero no nos gusta que se nos trate regular, que se nos exija sin ofrecer nada a cambio, que se organicen de cualquier forma los acontecimientos de importancia, que se nos obligue a gastar fuerzas donde no corresponde hacerlo. Cuando eso ocurre, el conjunto se desmorona.

Es un hecho que el trabajo se encuentra en auge, pese a que atravesamos momentos difíciles. La sociedad está sensibilizada por las campañas sucesivas de descrédito del perro. Perros que muerden, que atacan indiscriminadamente a niños y ancianos, perros peligrosos, perros que ladran, perros que ensucian las vías públicas.
Pero es nuestra responsabilidad cambiar esta imagen a través del adiestramiento serio, no sólo enfocado al deporte sino a la completa integración del perro en la sociedad. Los deportistas somos el espejo en donde el aficionado novel se mira. Representamos la figura a imitar. Y debemos promocionar al perro sociable, no al perro agresivo, aunque para ello sea necesario recurrir a realizar exhibiciones –explicadas—de defensa deportiva.

La sociedad debe entender que nuestros perros consideran la defensa como un deporte, al igual que podemos enseñar kárate a nuestros hijos sin por ello convertirles en personas desequilibradas. Muy por el contrario, que nuestros perros puedan expresar su potencial instintivo en el marco del deporte, les confiere orden y nivela sus impulsos, evitando la posibilidad de que se sientan inclinados a escoger al cartero o a los vecinos como blanco de sus pulsiones.

En los tiempos que corren, donde se proclama la paz mientras se lleva a cabo la guerra, la sociedad no está dispuesta a aceptar la imagen del perro agresivo. Por ello considero que las Pruebas de Trabajo deben realizarse en los Clubs que cumplan con toda la normativa legal y estén acreditados con los correspondientes permisos.

El trabajo de defensa sólo puede ofrecerse al público, en mi opinión, en forma de exhibiciones, siempre acompañadas de explicaciones muy cuidadosas, resaltando el hecho de que sólo se trata de un deporte y demostrando cómo los niños pueden acercarse sin peligro al perro que acaban de ver ladrar y morder. O bajo el marco oficial de los Campeonatos Nacionales –incluso Regionales--, con las debidas medidas de precaución para que no llegue a suceder lo que venía pasando en Cataluña.

Cuando oigo decir que hay que hacer Pruebas de Trabajo en los Campos de Fútbol o en los Parques públicos, para aumentar así la afición, me preocupo seriamente. Los viandantes que oyen un rapport en que se penaliza a un perro por ser poco agresivo, sencillamente se escandalizan... y no les falta razón. La afición se genera en los Clubs y las sociedades caninas deben apoyar su infraestructura. Sólo así habrá cada vez más y mejores perros de trabajo.

Creo que, actualmente, nuestro deporte no tiene nada que envidiar, ni en calidad de perros ni en calidad de trabajo, a ningún otro país. Estamos a la altura del resto en cuanto a nivel de conocimientos y de ejemplares se refiere. Pero, quizás, nos encontramos muy por debajo de los mejores con respecto a organización institucional.


APPORT: ¿Y en Madrid?

Creo que en Madrid hemos conseguido algo realmente importante: que todos los Grupos de trabajo mantengamos una relación cordial y que intercambiemos jornadas de entrenamientos. Considero que la fuerza del deporte se basa en nuestra cohesión y en el mutuo respeto.


APPORT: ¿Qué destacarías y que mejorarías de la gestión en materia de trabajo por parte de las entidades responsables RSCE y RCEPPA?

La RSCE ha dado un paso de gigante en el campo del trabajo desde que Javier Martínez se puso al frente en calidad de delegado, labor continuada después por Juan José Pérez. La Copa de España es un campeonato muy cuidado y en el que todos los deportistas hemos volcado todo nuestro apoyo.

Fue un acierto la creación de la figura del Monitor reconocido por la Sociedad y la constitución de los Grupos de Trabajo. Creo que se debe seguir en esa línea, formando Figurantes de campo y de pruebas oficiales, preparando Jueces de pruebas y campeonatos y permitiendo que quien desee hacer la “carrera deportiva” cuente realmente con todas las facilidades para conseguir su propósito.

Opino que el que la RSCE permitiera a los Grupos de Trabajo la realización de Pruebas Selectivas fue una gran idea. A las pruebas me remito. Cualquiera puede consultar el gran número de pruebas de trabajo organizadas, por ejemplo, en el pasado año.

El que ahora las Selectivas, en cambio, hayan de ser organizadas por llamémosle una coalición de Grupos, habida cuenta de que no existen delegaciones regionales, no me parece adecuado. De esta forma los Grupos de Trabajo perderán motivación y disminuirá el número de Pruebas. Considero prudente no innovar en lo que ya funciona y, considero, sería mejor dejar las cosas como están.

La RSCE debe estar presente en todas las negociaciones que se realicen en el ministerio, ha de jugar un papel activo con respecto a la integración del perro en la sociedad, debe defender los intereses de los perreros y ha de asesorar a los legisladores para que la tenencia de perros no suponga problema alguno ni para los propietarios ni para el resto de ciudadanos.


APPORT: ¿Considera “normal” que los perros punteros de este país tengan que presentarse a tantas pruebas para participar en los grandes campeonatos?.

La calidad de los perros, su edad, el momento concreto de su vida deportiva y la propia experiencia del guía son factores que conforman dos grupos diferentes: uno que reúne a los ejemplares más competitivos, con posibilidades reales de ganar o de estar en cabeza en los grandes campeonatos; otro que engloba a aquellos que simplemente participan.

Lo que es bueno para unos no necesariamente ha de serlo par los otros. El guía que disfruta presentando a su perro a cuantas pruebas puede acudir, por el placer que ello le proporciona, no puede compararse a aquel que pretende hacer una campaña a alto nivel.

Es evidente que las Pruebas de Trabajo y los Campeonatos gastan, por decirlo así, al perro y limitan su vida deportiva. De manera que un perro puntero, cuantas más energías consuma en pruebas poco importantes menos le quedarán para las que realmente son de alto nivel.

Considero excesivas los certámenes obligados para que un perro se clasifique para los campeonatos Nacionales. Bien está que así se exija la primera vez que un ejemplar hace su aparición en el circuito pero opino que los perros mejores deben aliviarse de pruebas y reservarse para los campeonatos nacionales y mundiales.

Imaginemos el caso de un perro que, ya compitiendo en la temporada previa y habiendo formado parte del equipo nacional, desee participar de nuevo en la próxima. Para ir a la Copa debe pasar una prueba de campo y un Campeonato Regional. Para ir al CEPPA otro Campeonato Regional. Mas la Copa, más el Campeonato Nacional CEPPA, más si, como estamos suponiendo es excelente y se clasifica en ambos equipos, dos Mundiales. Acaba el año fundido de pruebas.

Creo que debería haber un número de perros que, por sus calificaciones en los Nacionales del año anterior, pasasen directamente al próximo Campeonato sin tener que recorrer todo este circuito de exámenes que estropea a los pocos ejemplares de calidad que tenemos en nuestro país.


APPORT: ¿Cómo crees que es el apoyo al equipo que nos representa anualmente en el Mundial?.

Decididamente insuficiente. Creo que se debe hacer un esfuerzo por que los equipos que nos representan en los mundiales cuenten con un apoyo mayor. Desplazarse a un Campeonato Internacional representa un honor para el deportista pero también debería serlo para la RSCE y el CEPPA. Considero, sinceramente, que tanto el Campeonato de Europa de FCI como el Campeonato del Mundo de la WUSV debería planificarse con más tiempo, esmero y dinero por parte de los citados organismos.



APPORT: ¿Cuál crees que es el motivo de que los perros españoles no alcancen mejores puntuaciones en los Campeonatos Mundiales?

Los perros españoles alcanzan muy buenas puntuaciones en los Campeonatos Internacionales. Incluso ganan (véase a Germán). Creo sinceramente que el nivel de nuestros perros punteros es muy alto. Quizás nuestros resultados mejorarían si la planificación de los campeonatos fuera mejor.


APPORT: Me imagino que estarás orgulloso de ser la única representación de la Comunidad de Madrid en el próximo Campeonato Nacional RCEPPA.

Pues, efectivamente, lo estoy. CCAM99 presenta este año dos perros al Campeonato. Aunque en los últimos años he estado algo alejado del CEPPA, espero reanudar mis relaciones con el Club con la misma motivación de antaño.

Rafael Casalins es un gran aficionado y su perro Chico, aunque aún no ha cumplido tres años, ya mostró su excelente calidad en la última edición de la Copa de España. Les auguro un futuro muy prometedor.

Tambien espero que Enja despliegue toda su clase y que ambos seamos capaces de rendir en la pista al mismo nivel que en los entrenamientos.


APPORT: ¿Por último, Arsenio, que te gustaría añadir y decir a los aficionados?

En primer lugar, que me siento orgulloso de pertenecer a la gran familia que conforma el Trabajo Deportivo. Ya llevo en ella muchos años y posiblemente en ella siga mientras mis fuerzas me lo permitan. Como adiestrador, como conductor, como figurante, como juez o, simplemente como espectador, he vivido momentos inolvidables. Mis amigos deportistas y mis perros jugaron un importante papel en mi pasado, siguen haciéndolo en mi presente y, espero, continúen representándolo en mi futuro.

Deseo suerte a todos los aficionados y espero que experimenten, como yo lo hago, lo mejor de este deporte, de esta forma de vida que es el día a día, cada momento que se pasa con el perro o cada instante en que la ilusión por el futuro Campeonato nos llena de energía.