domingo, 8 de noviembre de 2009

LAS BASES DE LA EDUCACIÓN CANINA




Instinto, según la definición de Hemingway, es el conocimiento inconsciente del comportamiento ancestral.
O dicho de otro modo, los instintos son innatos y no fruto del aprendizaje.
Cuando un perro realiza una acción determinada, lo hace sobre la base de la activación de uno u otro instinto, según el siguiente esquema:


ESTÍMULO (Movimiento de la Presa)-----INSTINTO(CAZA)-----IMPULSO-----COMPORTAMIENTO (PREDATORIO)-----FIN----- + (Reforzador) - (Inhibidor)

En nuestro ejemplo, un estímulo externo –la presa en movimiento– activa el impulso de caza, lo cual motiva al perro a realizar un comportamiento determinado –persecución de la presa–.

Si el lance de caza acaba de forma que resulte gratificante para el animal –con una captura, por ejemplo–, la próxima vez que se presente una situación similar, el comportamiento que ha hecho posible llevar a buen término el proceso aparecerá antes y con mayor expresividad. Hablamos de refuerzo positivo.

Por el contrario, si la escena termina de manera que resulte desagradable para el perro –por ejemplo en una caída al saltar una zanja–, se establecerá un refuerzo negativo o inhibitorio de la conducta.

Para que se establezca un “lenguaje” entre el adiestrador y el perro, aquel deberá disponer de estímulos y refuerzos que maneje a voluntad y dotados de significado para el animal. Así, podrá estimular las “ganas de hacer”.

Según este esquema, se establecen los dos pilares en los que se sustenta el adiestramiento: la enseñanza de estímulos, a través del llamado condicionamiento clásico y la enseñanza de comportamientos, sobre la base del condicionamiento instrumental.

Recordando el experimento de PAVLOV, la comida es un estímulo biológico potente, incondicionado (EI), que produce de manera automática salivación (respuesta incondicionada o RI), siguiendo la secuencia:

1.- EI---RI.

Pues bien, si junto al EI comida se presenta un estímulo neutro, sin significado alguno para el perro, por ejemplo el sonido de una campanilla (estímulo condicionado o EC), al cabo de varias repeticiones se establecerá, inevitablemente, una asociación entre ambos, de manera que, tanto juntos como por separado, provocarán la misma Respuesta: Salivación.

2.- EI+EC---RI.

3.- EC---RI.

El CONDICIONAMIENTO CLÁSICO se emplea en adiestramiento para enseñar estímulos, de forma que, por ejemplo, la voz fuerte sea capaz de producir en el perro una respuesta refleja de excitación y actividad. Así, partiendo de la secuencia:

1.-PELOTA---EXCITACIÓN

y estableciendo la asociación:

2.-PELOTA+VOZ FUERTE --- EXCITACIÓN

después de varias repeticiones, se acabará produciendo:

3.- VOZ FUERTE --- EXCITACIÓN

y, a partir de ahora, la PELOTA se ofrecerá como refuerzo, apareciendo en escena cuando la VOZ FUERTE, por sí sola, haya producido EXCITACIÓN.

A partir de este momento, podremos manipular el estado de excitación –y, por tanto, de actividad- del perro con el único empleo de la voz. Podremos hacerle adoptar el nivel de actitud necesario para que el trabajo resulte brillante.

Sobre esta base, con condicionamiento clásico, el educador puede enseñar tantos estímulos como desee, y podrá así regular el estado anímico de su perro, produciendo alegría a voluntad.


Por otra parte, a través del CONDICIONAMIENTO INSTRUMENTAL, se pueden enseñar comportamientos determinados, de manera que el animal considere la conducta como el instrumento que le permite obtener el fin deseado.

Por ejemplo, si el educador emite el comando SITZ, hace sentarse a su perro y a continuación le ofrece un trozo de carne, al cabo de varias repeticiones, el perro entiende que, al oír SITZ, si se sienta, obtiene la comida. Así, el comando se convierte en el estímulo discriminativo que indica que el refuerzo se encuentra disponible.

El Condicionamiento Clásico hace que el perro relacione un determinado estado de ánimo durante la realización de los ejercicios. El Condicionamiento Instrumental permite la enseñanza de la técnica.

Y, como en todo proceso de aprendizaje concurren ambos tipos de condicionamiento, no debe empezarse el adiestramiento con la enseñanza de los ejercicios, sino que, previamente, se deben preparar los estímulos y refuerzos que permitan al perro interpretar que el trabajo es algo realmente gratificante.